+.-EL PADRE ANTONIO ERNESTO ROBLES MANZANEDO CELEBRÓ UNA MISA DONDE LLEVÓ A LOS
RECLUSOS Y SUS FAMILIAS, UN CARIÑOSO MENSAJE DE PARTE DEL OBISPO FELIPE PADILLA CARDONA
POR MARTIN ROBERTO VEGA ENCINAS
En la misa del día del padre
ofrecida el domingo en el patio principal del Cereso de Navojoa, el padre Antonio
Ernesto Robles Manzanedo, envió a todos los presentes un saludo muy cariñoso de
parte de Monseñor Felipe Padilla Cardona, Obispo de la Diócesis de Ciudad
Obregón.
Asimismo agradeció a las
autoridades de ese lugar, concretamente a su director, Sergio Antonio
Bustamante Durazo, por el festejo a los papás internos y por las facilidades
que otorgó a la Pastoral Penitenciaria Católica para hacer la Misa.
Al inicio de su homilía, Robles
Manzanedo recordó ante los internos y sus familias (porque fue día de visita),
que ese día se celebraba en México y la Iglesia un día muy especial porque era
dedicado a la santísima trinidad, tres personas distintas y un solo dios
verdadero.
Además dijo, en el mundo se
celebra el día del padre, donde además del papá del mundo, debemos recordar que
el padre eterno es el mismo Dios.
Nosotros somos sus hijos muy
amados por él, participó.
El titular de la parroquia de San
Ignacio de Loyola, recordó a San José como modelo de padre en el mundo, quien
guiado por el espíritu santo aceptó ser el padre del mismo Hijo de Dios.
En un ambiente humilde y sencillo,
como en el que estamos en estos momentos, vino a nacer el hijo de Dios y fue
recibido primero por María quien lo dio a Luz y como padre humano por San José,
quien lo guió y formó durante su vida.
Cabe señalar que la misa de ese día tan
especial fue acompañada en sus etapas litúrgicas por el equipo de canto y
música “San Francisco” integrado por los propios internos, quienes luego de la
celebración cantaron las mañanitas a los papás presentes.
Unos que visitaron a sus hijos
reclusos y asimismo a quienes fueron visitados por sus familias, donde esa
mañana degustaron comida, bebidas gaseosas y frituras, además de escuchar las
declamaciones y poesías alusivas interpretadas por el interno Héctor Burgoa.