La Eucaristía es el regalo más grande que Dios nos ha hecho, movido por su querer quedarse con nosotros después de la Ascensión.
Lo anterior quedó de manifiesto durante la solemnidad de la Fiesta de Corpus Christi desarrollada en la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús de esta Ciudad, que contempló una Eucaristía y Procesión con el Santísimo Sagramento del Altar a la cabeza seguido del sacerdote que dio un rodeo a la cuadra del templo católico.
En estos oficios que fueron presididos por el Presbítero Juan Antonio Robles Barbuzón, Vicario de esa parroquia, además de la misa donde se renovaron nombramientos de los Ministros extraordinarios de la Eucaristía, celadoras y veladoras, donde también se les entregaron medallas de Jesús Eucaristía, quedó de manifiesto la entrega y devoción de cientos de creyentes.
La celebración donde asimismo participaron los servidores y feligresía en general, cuya peregrinación dio vuelta a la manzana donde se ubica la iglesia, en cuyo espacio se instalaron 4 altares donde se rezó el santo Rosario, con cantos y alabanzas a Cristo Jesús.
El Corpus Christi, indicó Robles Barbuzón, es la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo, de la presencia de Jesucristo en la Eucaristía.
Este día recordamos la institución de la Eucaristía que se llevó a cabo el Jueves Santo durante la Última Cena, al convertir Jesús el pan y el vino en su Cuerpo y en su Sangre, puntualizó el purpurado durante la homilía durante la misa.
