Martín Roberto Vega Encinas
Nuevos
esquemas de comercialización de becerros, debido a la alta incidencia de
intermediarios, busca la Asociación Ganadera Local Del Mayo “Federico Barreras
Soto”, ante las instancias correspondientes, declaró Juan Carlos Ochoa
Alatorre.
El
Presidente del Consejo Directivo de la Asociación Ganadera Local Del Mayo, aseguró
que los miembros de la Asociación atraviesan por una problemática comercial
ante la excesiva intermediación (coyotes), y escasa habilidad comercial, apuntando
que hay poca información para la toma de decisiones en precios y altos costos
de producción.
Por
lo anterior, dijo, se busca abrir nuevos mercados, optando por las subastas que
lleva a cabo la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), cada martes y jueves
en la ciudad de Hermosillo, comercializando ganado chivo, gracias a la
transparencia en las negociaciones, mediante un mejor sistema de venta.
Ochoa
Alatorre, recordó que en días pasados comercializaron 35 becerros de 130 y hasta
145 kilogramos, teniendo un precio que fluctúo entre los 140 hasta 150 pesos
por kilo.
El
líder de los ganaderos, comentó que el tipo de becerro subastado fue de calidad
1, destetado, en pie de las razas; simmental,
Gelbvieh y sus cruzas, de 6 a 8
meses de edad, teniendo un alto margen de ganancia.
Indicó
que dicha Asociación cuenta con asesoría técnica especializada a cargo del
Médico Veterinario Zootecnista, José Florentino Torres Simental, servicio que
buscando fortalecer los procesos de la producción primaria, a través del
mejoramiento del manejo reproductivo, genético, producción de forrajes y
alimentos.
Así
mismo, la conservación de los recursos naturales, incluyendo el desarrollo
organizacional y comercial del producto, aseveró.
Por
su parte, Leonel Cazares Escalante, delegado de la citada asociación ganadera ante
la UGRS, comentó que una de las percepciones de sus compañeros es que la
actividad ganadera no es rentable y no se obtiene ingresos económicos
suficientes para el mantenimiento de sus familias.
Expresó
que existe un alto intermediarismo en la comercialización de los becerros,
quienes compran a productores a precios bajos, aprovechándose de la
oferta dispersa y castigando el precio por “la heterogeneidad de la
producción”, repercutiendo en el precio de los mismos.